Biguá, Phalacrocorax brasilianus
Es residente.
Es residente.
Poema de Marcelino M. Román 1944:
El cuerpo largo cubierto de una vestimenta oscura; fino cuello, pico fuerte con la extremidad ganchuda.
Para su nido, entre arbustos un lugar costero busca; el nido es de ramas secas con alguna que otra pluma; la nidada es un tesoro que celestemente alumbra.
Troncos que lentos navegan como balsas vagabundas, suelen sostener bandadas que a secarse al sol se juntan.
La bandada en vuelo forma larga hilera que se aguza con apariencia de proa que lleva un guía en la punta.
En zambullón, nado y vuelo, acopia fama segura.
Es desconfiado y observa todo cuanto le circunda, obrando rápido apenas un peligro se insinúa.
En su libertad se afinca; en sus virtudes se escuda.
Enamorado del agua donde tiene su fortuna, en el agua diaria escribe la familiar aventura y por arroyos y ríos sus alegrías pronuncia
El cuerpo largo cubierto de una vestimenta oscura; fino cuello, pico fuerte con la extremidad ganchuda.
Para su nido, entre arbustos un lugar costero busca; el nido es de ramas secas con alguna que otra pluma; la nidada es un tesoro que celestemente alumbra.
Troncos que lentos navegan como balsas vagabundas, suelen sostener bandadas que a secarse al sol se juntan.
La bandada en vuelo forma larga hilera que se aguza con apariencia de proa que lleva un guía en la punta.
En zambullón, nado y vuelo, acopia fama segura.
Es desconfiado y observa todo cuanto le circunda, obrando rápido apenas un peligro se insinúa.
En su libertad se afinca; en sus virtudes se escuda.
Enamorado del agua donde tiene su fortuna, en el agua diaria escribe la familiar aventura y por arroyos y ríos sus alegrías pronuncia