Urutaú común, Nyctibius griseus
Es residente
Es residente
Leyenda del cacuy (urutaú): Roberto Lehmann-Nitsche. Las tres aves gritonas. Buenos Aires, 1928. Imprenta de la Universidad
“Ave nocturna de triste canto”…
Una muchacha voraz y glotona en grado extremo, no solamente mezquina al hermano la comida, hecha principalmente de harina (de algarrobo), sino que le molesta y persigue con el grito perpetuo de: ¡Haz harina! ¡Haz harina! Cansado al fin el mal trato, el joven quiere deshacerse de ella; la invita a subir, en su compañía, a un alto árbol donde había descubierto una colmena de abejas, y ella, ansiosa de gozar la miel, acepta. Pero mientras que estaba entregada a su vicio, el joven baja, desgajando el árbol, y huye. Ella, solita arriba de la copa, empieza a inquietarse y grita: ¡Mi hermano! ¡Mi hermano! (= ¡turay! ¡turay!), y como con el andar de las horas sintiera hambre y, además, era glotona, empezó a proferir el estribillo de siempre: ¡Haz harina! ¡Haz harina! (= ¡cacuy! ¡cacuy!). Pero nadie la oía. Transformada en ave, sigue gritando esas dos palabras.
“Ave nocturna de triste canto”…
Una muchacha voraz y glotona en grado extremo, no solamente mezquina al hermano la comida, hecha principalmente de harina (de algarrobo), sino que le molesta y persigue con el grito perpetuo de: ¡Haz harina! ¡Haz harina! Cansado al fin el mal trato, el joven quiere deshacerse de ella; la invita a subir, en su compañía, a un alto árbol donde había descubierto una colmena de abejas, y ella, ansiosa de gozar la miel, acepta. Pero mientras que estaba entregada a su vicio, el joven baja, desgajando el árbol, y huye. Ella, solita arriba de la copa, empieza a inquietarse y grita: ¡Mi hermano! ¡Mi hermano! (= ¡turay! ¡turay!), y como con el andar de las horas sintiera hambre y, además, era glotona, empezó a proferir el estribillo de siempre: ¡Haz harina! ¡Haz harina! (= ¡cacuy! ¡cacuy!). Pero nadie la oía. Transformada en ave, sigue gritando esas dos palabras.
Características:
Extraño pájaro nocturno, también llamado pájaro fantasma como una mezcla entre un búho y un atajacaminos. Con cabeza grande y ojos saltones y amarillos que en ocasiones suelen ser anaranjados, éstos resplandecen en la oscuridad como si se tratase de dos lámparas. Mayormente marrón grisáceo con marcas irregulares. Su longitud es de 40 a 50 cm y su peso oscila entre 210 y 251 gramos. Sus alas y cola son largas, pero sus patas a comparación son cortas y enclenques. Además del tamaño más pequeño, la línea negra del bigote ayuda a distinguirlo de urutaú grande. Pasa el día perchado en el extremo de un tronco, donde se mezcla perfectamente y se vuelve muy difícil de detectar. Posee unas ranuras en los párpados que les permiten detectar movimientos sin tener que abrir sus gigantescos ojos amarillos. Por la noche, caza principalmente insectos al vuelo desde una percha expuesta. Lo más extraño de todo es su canto que es melancólico. Se alimenta principalmente de todo tipo de insectos y en ocasiones devora otras aves pequeñas. Generalmente esta ave es extremadamente silenciosa, pero cuando canta causa gran conmoción entre sus espectadores y esa es justamente la razón por la que se le denomina ave fantasma. Su canto es similar a los lamentos de una persona en penuria y por ello los grupos indígenas la han catalogado también como un pájaro de mal agüero.
Reproducción:
Otra de sus tantas singularidades es que solo pone un huevo y no se encarga de construir ningún tipo de nido para empollarlo, simplemente lo deja sobre la parte superior de una rama quebrada, el ave fantasma tiene la técnica y la precisión para que éste no pueda caerse de ella, este huevo es grande, blanco y posee ciertas manchas grises, marrones y purpuras. En el día es el macho quien se encarga de protegerlo y la hembra lo hace cuando llega la noche. Cuando el polluelo nace, posee un plumaje blanco y sedoso, entre las dos aves (hembra y macho) se encargan de buscar y suministrar el alimento que el pequeño necesita. Sin duda, hacen un excelente trabajo en equipo.
Extraño pájaro nocturno, también llamado pájaro fantasma como una mezcla entre un búho y un atajacaminos. Con cabeza grande y ojos saltones y amarillos que en ocasiones suelen ser anaranjados, éstos resplandecen en la oscuridad como si se tratase de dos lámparas. Mayormente marrón grisáceo con marcas irregulares. Su longitud es de 40 a 50 cm y su peso oscila entre 210 y 251 gramos. Sus alas y cola son largas, pero sus patas a comparación son cortas y enclenques. Además del tamaño más pequeño, la línea negra del bigote ayuda a distinguirlo de urutaú grande. Pasa el día perchado en el extremo de un tronco, donde se mezcla perfectamente y se vuelve muy difícil de detectar. Posee unas ranuras en los párpados que les permiten detectar movimientos sin tener que abrir sus gigantescos ojos amarillos. Por la noche, caza principalmente insectos al vuelo desde una percha expuesta. Lo más extraño de todo es su canto que es melancólico. Se alimenta principalmente de todo tipo de insectos y en ocasiones devora otras aves pequeñas. Generalmente esta ave es extremadamente silenciosa, pero cuando canta causa gran conmoción entre sus espectadores y esa es justamente la razón por la que se le denomina ave fantasma. Su canto es similar a los lamentos de una persona en penuria y por ello los grupos indígenas la han catalogado también como un pájaro de mal agüero.
Reproducción:
Otra de sus tantas singularidades es que solo pone un huevo y no se encarga de construir ningún tipo de nido para empollarlo, simplemente lo deja sobre la parte superior de una rama quebrada, el ave fantasma tiene la técnica y la precisión para que éste no pueda caerse de ella, este huevo es grande, blanco y posee ciertas manchas grises, marrones y purpuras. En el día es el macho quien se encarga de protegerlo y la hembra lo hace cuando llega la noche. Cuando el polluelo nace, posee un plumaje blanco y sedoso, entre las dos aves (hembra y macho) se encargan de buscar y suministrar el alimento que el pequeño necesita. Sin duda, hacen un excelente trabajo en equipo.